8 Lecciones personales de vínculos amorosos.

Nahun Saldaña Macedo
5 min readFeb 15, 2022

Creo que se piensa muy poco sobre lo que uno siente y procesa con el vínculo con otros seres, más aún cuando no deslindamos de marcos patriarcales donde las emociones y su socialización son espacios inexistentes en la mayoría de sociedades. Compartir reflexiones para provocar procesos distintos es algo necesario más aún en espacios virtuales. Estas lecciones son sumamente personales y probablemente sean parte ya de una narrativa.

1. El amor no es mágico. El amor es una lucha.

Puede que exista mucha ambigüedad y cuestiones incontroladas cuando te enamoras de alguien. Esto te produce una sensación mágica y muchas veces inexplicable del asunto, pero enamorarse no es lo mismo que el amarse, ya que este último es una lucha porque parte del compromiso, de la gestión, la provocación y el trabajo diario. Como toda buena lucha , no se debe entender como algo malo sino todo lo contrario, como el deseo ardiente que te da el avanzar por crear algo que disfrutas que esté sobre ti. Una lucha que siempre inspira. Es por ello que la forma mas auténtica de hacer política siempre será desde el amor y nunca desde la guerra.

2. No tienes que persuadir, ni complacer las expectativas de la persona que amas.

Convencer a alguien es un trabajo, sean los argumentos que sean. De hecho es un trabajo por el que te pueden pagar muy bien. Persuadir, convencer desde el diseño, la experiencia, la comunicación para objetivos más grandes. Ese es un rol profesional, pero no como pareja. No puedes, ni debes convencer a alguien de algo, ya que si alguien duda o no esta seguro, no tienes nada que hacer , ni estrategias, ni recursos para intentar convencer porque en algún momento te cansarás de hacerlo, si no recibes nada a cambio y porque fundamentalmente toda tu energía parte desde el miedo de perder a alguien y no desde el compartir o de-tenerse con alguien. Más aún porque nunca será suficiente, puedes incluso hacer sentir que el otro ser se siente insuficiente en el proceso por su forma de amar o dudar. Todo estimulo siempre desde el compartir.

3. Los demás incluyendo tu pareja son solo estímulos para cambiar y ser mejor.

El trabajo personal es eso: personal. Hay aspectos compartidos pero residen finalmente en nuestra individualidad. Los problemas, las amenazas y las confrontaciones son oportunidades de avance personal, nunca de retraso y sí así lo fuera, siempre es buena oportunidad evaluar qué es lo que no te esta permitiendo avanzar en una relación.

4. ImPOSIBLE ofenderte porque alguien no sienta lo mismo que tú.

Que alguien no te quiera, no te ame como tu la amas es algo normal bajo la idea de que todos sentimos distintos ya que lo hacemos desde nuestras propias historias, sentires y cuerpos. Entonces ofenderte es solo otra oportunidad para evaluar que estas tomando como personal cuando no lo es. Darse cuenta de qué tipo de relación es inviable sea laboral, amorosa o societaria.

5. La sinceridad es un problema cuando no nos aceptamos.

La sinceridad es una virtud, pero es algo que no se debe pedir ya que debe estar supuesta en toda relación. Recordarlo puede traer suspicacias, la forma de hacerlo debe ser desde lo no hablado, los gestos y los movimientos. Puede ser un indicador de inseguridad e incluso desconfianza.

No es ser sincero, es ser claro con lo que se quiere y siente.

6. La Fuerza de Voluntad

En una relación amorosa es habitual que exista mucha incertidumbre, pero lo que no debe faltar es voluntad. La fuerza de voluntad probablemente sea una de las premisas del cambio o desarrollo de algo. No estás comprando un carro, ni un proyecto, estás amando a alguien y eso se quiere o no se quiere. Porque el amor es en el ahora, nunca en el pasado ni en el futuro. Porque los términos medios siempre estarán ya que amar es un flujo constante. No esperes amar o querer a alguien intensamente todo el tiempo, pero lo que no es un flujo es cogerte de la mano de esa persona, en el momento que se suelte, ya se soltó. No hay trabajo juntos, ni expectativas, ni nada como pareja y quizás en otra vida o momento será.

7. Las dos distancias

Nuestros cuerpos están dialogando con nuestra mente, la dualidad es propicia en ese sentido podemos estar un tiempo vinculados solamente intelectualmente y muy fuerte, y disfrutar de ello. Al igual que en el sexo, cuando fisicamente estas muy conectado y la mente se va o se pierde en el devenir de la pasión. Las dos son formas de estar distantes, o muy lejos o muy cerca lo son. Esas distancias son leales porque permiten refrescar aquellos circuitos que pasa por nuestro sistema nervioso, pero cuando no hay certeza de volver a conectar o desconectar sea física o intelectualmente es inviable.

8. La claridad no quita lo espontáneo.

No hay nada más bello que una improvisación clara y lúcida que aparenta la confusión.

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