Una carta para mi amigo Fujimorista

Desde mi honestidad y aprecio

Quiero empezar diciéndote que no quiero juzgarte ni mucho menos hacerte sentir menos por apoyar a una opción política. Tampoco te diré que no entiendes de democracia, porque es un concepto que suena muy lejano y confuso en estos tiempos. Mejor hablaré de la familiaridad que sé que es algo más cercano y mutuo entre nosotros, pueda que tu familia tenga miedo y probablemente gran parte de tu entorno también. Es normal sentirlo cuando sentimos que algunos de nuestros valores se sienten amenazados. Nadie merece sentir miedo, pero recuerda que el miedo es contagioso y mejor hay que protegerse de él.

Amigo fujimorista no permitas que ese miedo se convierta en odio. No te lo mereces, el oido nunca será una emoción bienvenida para tu cuerpo ni tu entorno. Desde el odio es poco probable que tomes buenas decisiones.

Amigo fujimorista, no sientas que el mundo se acaba por las ideas porque recuerda que existen los hechos que son más contundentes para construir otra realidad.

Amigo fujimorista, no dejes que la pasión nuble tu capacidad crítica, reflexión sobre la información que recibes.

Amigo fujimorista, puede que creamos en distintos valores pero esencialmente somos los mismos. Reconozcamos y respetemos nuestras diferencias en la forma de ver y sentir el mundo.

Amigo fujimorista, deja que otras opiniones distintas a las tuyas aparezcan en tu andar que seguro fortalecerán tus creencias.

Amigo fujimorista, no evites ningún espacio para hablar de política pues recuerda que las ideas solo se combaten con ideas.

Amigo fujimorista, reconoce que errar es humano y que hacerlo te hace más humano.

Amigo, sé que tienes miedo. Yo también lo tengo, tengo miedo de que las distancias entre los peruanos se amplíen al punto que se vuelvan desconocidas.

Te mando un abrazo y mucha paz.

Tu amigo, el progre.